Este viernes patinaje. Hace años lo pasé pipa con el colegio (El Santiago Apóstol por aquellas fechas) dónde patinamos sin parar (a pesar de lo pequeño de la pista) y dónde César se rompio un brazo... que divertido todo.

Por eso estoy deseando que llegue el día en que volver a ponerme los patines en el Coliseo de A Coruña y empujar a Parisito para ver como da con los morros en el hielo :), seguro que así siento el espíritu navideño rapidamente. También quiero ver como Aitor hace el ridículo y Tamara deja de quererlo y como Parrulo se lanza a la aventura del patinaje sobre hielo. En definitiva que no pienso aburrirme esta semana, se acabó la prenavidad, que siempre me trae dolores de cabeza. Entraré de lleno en la puta magia a partir del día 5 cuando empiecen mis vacaciones y diré al mundo: ¡Oh puta navidad!

Ooooh blanca navidad, nieve
un blanco sueño y un cantar...