El estatus de profesor ha disminuido y los derechos y el estatus del alumno han aumentado. Así como la sensibilidad y reacción de estos a los castigos verbales, reprimendas y sarcasmos de los profesores, ha actuado una educación familiar más permisiva.

Los jóvenes de origen social menos favorecido van a rebelarse contra la escuela. Fracasando escolarmente van a cultivar un estilo de "colegas machos".

Otros alumnos adoptan el rol de emprendedores e intentan mejorar sus logros académicos. Algunos estudios han encontrado que los buenos estudiantes de escuelas con predominio de familias pobres, con fuerte peso de minorías étnicas, con padres que han abandonado la escuela tempranamente, son menos populares y son desvalorizados por sus pares. Esto no ocurre en general y la percepción de ser desvalorizados por sus pares no se asociaba a un menor rendimiento escolar, por lo que este proceso de presión grupal oposicional no explicaba el mal rendimiento escolar.